viernes, 10 de octubre de 2014

LAS RELACIONES SOCIALES

  
La conferenciante se coloca frente al público detrás de la mesa, donde coloca una hoja plastificada que contiene los puntos a desarrollar en la conferencia.
Luego nos mira a todos, nos da la bienvenida con una voz cálida, muy femenina, andaluza cien por cien, y luego se vuelve hacia la pizarra y escribe:

LAS RELACIONES SOCIALES.


Debajo del título va escribiendo los subtemas que irá explicando a lo largo de la conferencia:


El Mundo de las Relaciones lo divide en dos: mundo exterior y mundo interior.
El mundo exterior se refiere al físico, a lo que se ve, a  nuestra relación con la Tierra y su contenido. Ella nos alimenta, nos cuida, nos da cobijo y nos da lo necesario para la vida; en cambio ¿qué hace el Hombre para corresponder a la Tierra en agradecimiento a todo lo que nos da?
Contaminarla y destrozarla egoístamente para satisfacer su  avaricia. Han encontrado un nuevo continente formado por plásticos, los ríos estan todos contaminados y sirven de cloacas para las ciudades. Los árboles y plantas son contaminados con productos químicos, estamos desforestando los bosques...
¿Cómo evitar que esto continúe? ¿Qué podemos hacer nosotros?
La solución está en el Mundo Interior, en nosotros mismos.

EL MUNDO INTERIOR
Este mundo se refiere a nuestro mundo íntimo, el interior, el que sólo conocemos nosotros, que a su vez se divide en dos apartados: la sicología salvaje y la sicología íntima.
Sicología SALVAJE  es la que aplicamos cuando tratamos a los demás: solemos conversar, discutir, criticar, aparentar lo que no es, defendernos de acusaciones aunque éstas sean ciertas....
Es la relación que mantenemos con el público: las instituciones, los amigos, vecinos, compañeros de trabajo y los jefes.
Sicología ÍNTIMA es la voz interior que nos dice la verdad, lo que pensamos, lo que sentimos; conoce nuestros defectos, nuestras virtudes, nuestros deseos.. Y nos dice que no está bien lo que hemos dicho o hecho, que debemos cambiar para evitar repetirlo, que no debemos hacer daños a nadie, sino dialogar, etc. Esa voz, esa conciencia interior que solo nosotros sentimos es la que ocupa nuestro ser.
Podríamos imaginar a nuestro cuerpo como un país con sus ciudades, plazas,  avenidas y calles. En ellas se esconden nuestros egos, y éstos manejan nuestros defectos: la ira, la discriminación, el resentimiento, la envidia, codicia, gula, lascivia...
Cuando nos sentimos mal porque comparamos nuestro nivel económico con el de otro estamos siendo manejados por el ego de la envidia; cuando discutimos entre hermanos por una herencia, es el ego de la avaricia el que nos acosa; cuando nos sentimos mal si una amiga o novia prefiere a otro, es el ego de  los celos el que nos maneja. Ese trae a su vez a otros egos: el rencor, resentimiento, venganza...
Debemos analizarnos interiormente y reflexionar sobre el motivo que nos hace infelices: ¿Qué hemos hecho para que esa situación haya surgido?, ¿cómo podríamos haberla evitado?, ¿qué podemos hacer ahora...?
Es como si buscásemos una dirección en una ciudad: No nos suena pero sabemos que existe. Vamos buscándola  hasta encontrarla, tal vez en una calle estrecha y sin salida  Una vez hallada, intentamos solucionar el tema que nos ha llevado ha buscarla.

Del mismo modo, si nos sentimos mal o sufriendo por alguna causa de las mencionadas antes, debemos analizarnos y buscar en nuestro interior la razón que nos ha llevado a esa situación. Una vez hallada, poner remedio.
En el caso de los celos porque nos haya abandonado una amiga, novia  o amante, debemos pensar si no hemos sido nosotros quienes la hemos empujado con nuestra actitud o modos de pensar a que se aparte de nosotros.
Debemos también pensar que esa persona es libre, no nos pertenece, y por tanto, si no se halla bien con nosotros, es libre de elegir a otra persona. Si aceptamos ese razonamiento de nuestra conciencia, no estaremos resentidos ni le desearemos ningún daños, al contrario: la perdonaremos, le desearemos lo mejor y aceptaremos que nos haya abandonado. No le guardaremos rencor, y si nos encontramos con ella seremos respetuosos y educados. Y si puede ser, mostrarle nuestra amistad. Será una lección para nosotros, y aprenderemos de esa mala experiencia mejorando nuestra actitud y no repitiendo los mismos errores con otras personas. 

Es esa misma actitud la que debemos mantener en las demás relaciones sociales: instituciones, amigos, vecinos, compañeros de trabajo y directivos de la empresa.

Terminada la conferencia, que duró 45 minutos, la conferenciante nos enseñó cómo se hace una sesión  de relajación y meditación. Encendió una vela y un palillo que desprendía un olor especial, apagó la luz y nos guió en los ejercicios de meditación, que se alargaron media hora aproximadamente.
Las conferencias son gratuitas y sin compromiso de ninguna clase.

CONTINUARÁ CON EL TEMA DE LA SIGUIENTE PIZARRA:  



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