martes, 16 de diciembre de 2014

MORIR PARA NACER DE NUEVO

 

Cuando yo nací era un ser inocente, pura esencia divina, como parte de Dios que somos. A partir de ese momento comencé a recibir las influencias del entorno que me rodeaba, de mis padres y hermanos. Más tarde recibí  educación y conviví con niños como yo en un mundo de mayores. Y aún  más tarde hube de competir en un mudo de intereses para poder subsistir.

Todo eso fue moldeando mi personalidad, adaptándola a este sistema, perdiendo la inocencia, creando egos en mi corazón para defenderme de la agresión de los humanos. Egos muy difíciles de eliminar: orgullo, celos, envidia, rencores. Egos muy difíciles de controlar cuando eres presa de las emociones y sentimientos.
Por ejemplo: cuando te han inculcado que eres el macho, el cabeza de la familia, y que toda ella te debe sumisión y acatamiento es imposible controlar la ira cuando no se hace lo que esperas que hagan. De ahí surgen las discusiones, peleas y maltrato en los hogares.
Para una persona normal es imposible controlar el ego de los celos si ve a la persona que ama en brazos de otro. Aunque sea debido  a una amistad sincera, inocente  y desinteresada, sin sexo.
Es inevitable para una persona que se ha hecho así misma, padeciendo múltiples necesidades y carencias, no sentir una sensación triste al comprobar como a otros les va todo bien y son felices; es el ego de la envidia.
Y es que la vida es injusta. ¿Cómo va  a competir en cualquier tema una persona humilde, que se ha visto obligada a dejar la escuela y ponerse a trabajar para subsistir, con otros que desde su nacimiento han tenido sus necesidades cubiertas y han podido recibir una educación privilegiada en universidades, lo cual les permite disfrutar de  profesiones bien remuneradas y reconocidas?
¿Cómo va a mantener él un diálogo interesante con otra persona si ésta posee un nivel cultural superior, además de  todas las ventajas y privilegios  que mencioné antes?
Es falsa la historia de la Cenicienta. En la vida real, cuando conoces a una persona y entablas amistad, ésta enseguida se da cuenta de tu nivel y te cataloga según su interés y necesidades.

De ahí las divisiones que vemos en las relaciones sociales: cada cual busca las personas afines a su nivel o superior para crecer.
 Es lógico que si no mantienes conversaciones constructivas y alegres, y sólo pienses y hables de sexo,  tu amiga  busque  en otra fuente lo que tú no puedes darle.

 ¿ENTONCES QUÉ? ¿ NO HAY SOLUCIÓN?

Sí, la hay: MURIENDO PARA RENACER DE NUEVO. 
Todo es posible en este mundo. Basta con entender sus misterios. Meditar, hacer un viaje al interior de uno mismo, examinar lo que somos, reflexionar sobre nuestros sentimientos y las personas que los despiertan.
 ¿Qué busco yo en ellas? ¿Qué me atrae de ellas? ¿Qué puedo ofrecerles yo?
Emplear la técnica del "Observador observado": observarte a ti mismo. Descubrir tus defectos y tratar de corregirlos. Por ejemplo, en el caso mencionado del que ve a la persona amada en brazos de otro: ¿Qué siento yo cuando veo eso? ¿Por qué me comporto así? ¿Por qué antes me apreciaba y ahora me rehúye? ¿Qué significa esa persona para mí? ¿ Me pertenece,  me debe algo, tiene derecho a decidir?

Aceptando las respuestas sinceras de nuestro ser interior, muriendo para el pasado y renaciendo de nuevo con nuevos argumentos  lograremos eliminar los celos, y seguir sintiendo cariño y respeto hacia esa persona.

Aceptando que todos somos libres de elegir y que, como persona libre, ella tiene derecho a elegir con quién desea encontrar su felicidad, eliminarás el ego del rencor y dejarás de sentirte humillado.

 Debes comprender que si ella no te quiere no serías feliz con ella. Pero no por ello debes odiarla ni guardarle resentimiento. Si la amas, debes sentirte contento de que ella sea feliz. Aunque sea con otra persona.

Y si debido a tus celos la has acosado a reproches e insultos y por eso ella se ha alejado de ti, no insistas, deja que viva su vida. Pídele perdón por tus ofensas, pero no le pidas que las olvide: las heridas tardan mucho en cicatrizar, algunas nunca se cierran.

Respétala, ámala en silencio y déjala vivir. El tiempo quizás arregle las cosas


3 comentarios:

  1. Hola Juan.... Cuantas verdades dicen tus palabras.
    Que tomen nota.
    Buen post,un placer leer tu entrada, dice mucho y bueno de ti
    y no de otros seres que maltratan.
    Abrazos fraternales y felices fiestas!!

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  2. Qurida MA: yo también he recibido educación machista, y como tal me he comportado. No solo es maltrato los golpes fisicos, de esos soy inocente, sino también los psiquicos, el de la palabra insidiosa, el menosprecio, el ninguneo y el insulto. En estos he sido experto. Lo bueno es reconocerlo y cambiar de mentalidad:morir para renacer como una buena persona. En realidad, esta reflexión es producto de mi experiencia, y la he escrito para ayudar a todos los que al igual que yo han actuado mal guiados por la educación equivocada o malsana recibida a lo largo de sus vidas. El placer es mío de tener el honor de leerte aquí. Muchas gracias por venir. Eres la segunda que comenta desde que el pasado verano abrí este blog. Lo abrí para publicar mi lucha por cambiar mi mentalidad, las razones que me impulsaban a hacerlo. Para explicar paso a paso como se puede matar al viejo YO y renacer de nuevo. Un beso enorme.

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  3. Una verad como un templo, pero ahi esta la realidad, de mmujeres muertas a manos de sus maridos, pareja...

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