Cuando yo nací era un ser
inocente, pura esencia divina, como parte de Dios que somos. A partir de ese
momento comencé a recibir las influencias del entorno que me rodeaba, de mis
padres y hermanos. Más tarde recibí
educación y conviví con niños como yo en un mundo de mayores. Y aún más tarde hube de competir en un mudo de
intereses para poder subsistir.
Todo eso fue moldeando mi
personalidad, adaptándola a este sistema, perdiendo la inocencia, creando egos
en mi corazón para defenderme de la agresión de los humanos. Egos muy difíciles
de eliminar: orgullo, celos, envidia, rencores. Egos muy difíciles de controlar
cuando eres presa de las emociones y sentimientos.
Por ejemplo: cuando te han
inculcado que eres el macho, el cabeza de la familia, y que toda ella te debe
sumisión y acatamiento es imposible controlar la ira cuando no se hace lo que
esperas que hagan. De ahí surgen las discusiones, peleas y maltrato en los
hogares.
Para una persona normal es
imposible controlar el ego de los celos si ve a la persona que ama en brazos de
otro. Aunque sea debido a una amistad
sincera, inocente y desinteresada, sin
sexo.
Es inevitable para una persona
que se ha hecho así misma, padeciendo múltiples necesidades y carencias, no
sentir una sensación triste al comprobar como a otros les va todo bien y son
felices; es el ego de la envidia.
Y es que la vida es injusta. ¿Cómo
va a competir en cualquier tema una persona humilde, que se ha visto
obligada a dejar la escuela y ponerse a trabajar para subsistir, con otros que
desde su nacimiento han tenido sus necesidades cubiertas y han podido recibir
una educación privilegiada en universidades, lo cual les permite disfrutar de profesiones bien remuneradas y reconocidas?
¿Cómo va a mantener él un diálogo
interesante con otra persona si ésta posee un nivel cultural superior, además de todas
las ventajas y privilegios que mencioné
antes?
Es falsa la historia de la
Cenicienta. En la vida real, cuando conoces a una persona y entablas amistad, ésta
enseguida se da cuenta de tu nivel y te cataloga según su interés y necesidades.
De ahí las divisiones que vemos
en las relaciones sociales: cada cual busca las personas afines a su nivel o
superior para crecer.
Es lógico que si no mantienes conversaciones
constructivas y alegres, y sólo pienses y hables de sexo, tu amiga busque en otra fuente lo que tú no puedes darle.
¿ENTONCES QUÉ? ¿ NO HAY SOLUCIÓN?
Sí, la hay: MURIENDO PARA RENACER DE NUEVO.
Todo es posible en
este mundo. Basta con entender sus misterios. Meditar, hacer un viaje al
interior de uno mismo, examinar lo que somos, reflexionar sobre nuestros
sentimientos y las personas que los despiertan.
Emplear la técnica del "Observador
observado": observarte a ti mismo. Descubrir tus defectos y tratar de
corregirlos. Por ejemplo, en el caso mencionado del que ve a la persona amada
en brazos de otro: ¿Qué siento yo cuando veo eso? ¿Por qué me comporto así? ¿Por
qué antes me apreciaba y ahora me rehúye? ¿Qué significa esa persona para mí? ¿
Me pertenece, me debe algo, tiene
derecho a decidir?
Aceptando las respuestas sinceras
de nuestro ser interior, muriendo para el pasado y renaciendo de nuevo con nuevos argumentos lograremos eliminar los celos, y seguir sintiendo
cariño y respeto hacia esa persona.
Aceptando que todos somos libres de elegir
y que, como persona libre, ella tiene derecho a elegir con quién desea encontrar su felicidad, eliminarás el ego del rencor y dejarás de sentirte humillado.
Debes comprender que si ella no te quiere no serías
feliz con ella. Pero no por ello debes odiarla ni guardarle resentimiento. Si
la amas, debes sentirte contento de que ella sea feliz. Aunque sea con otra
persona.
Y si debido a tus celos la has
acosado a reproches e insultos y por eso ella se ha alejado de ti, no insistas,
deja que viva su vida. Pídele perdón por tus ofensas, pero no le pidas que las
olvide: las heridas tardan mucho en cicatrizar, algunas nunca se cierran.
Respétala, ámala en silencio y déjala
vivir. El tiempo quizás arregle las cosas
Hola Juan.... Cuantas verdades dicen tus palabras.
ResponderEliminarQue tomen nota.
Buen post,un placer leer tu entrada, dice mucho y bueno de ti
y no de otros seres que maltratan.
Abrazos fraternales y felices fiestas!!
Qurida MA: yo también he recibido educación machista, y como tal me he comportado. No solo es maltrato los golpes fisicos, de esos soy inocente, sino también los psiquicos, el de la palabra insidiosa, el menosprecio, el ninguneo y el insulto. En estos he sido experto. Lo bueno es reconocerlo y cambiar de mentalidad:morir para renacer como una buena persona. En realidad, esta reflexión es producto de mi experiencia, y la he escrito para ayudar a todos los que al igual que yo han actuado mal guiados por la educación equivocada o malsana recibida a lo largo de sus vidas. El placer es mío de tener el honor de leerte aquí. Muchas gracias por venir. Eres la segunda que comenta desde que el pasado verano abrí este blog. Lo abrí para publicar mi lucha por cambiar mi mentalidad, las razones que me impulsaban a hacerlo. Para explicar paso a paso como se puede matar al viejo YO y renacer de nuevo. Un beso enorme.
ResponderEliminarUna verad como un templo, pero ahi esta la realidad, de mmujeres muertas a manos de sus maridos, pareja...
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