
Hemos dicho antes que cada uno llevamos dentro de sí varios personajes, que son los egos. Estos a su vez se dividen en complementos.
Por ejemplo: los complejos.
Los complejos nos hacen
desgraciados. Estos pueden ser variados:
1 Escuchamos una voz que nos dice
que estamos demasiado gordos y debemos privarnos del comer para estar en línea
con el prototipo de moda y dejamos de comer hasta que el cuerpo se habitúa y
nos convertimos en esqueletos móviles.
2 Otro complejo es el sentido de
culpabilidad. De todo lo que nos pasa nos echamos la culpa: ¡ Qué torpe soy,
que desgraciado, todo me pasa a mí, voy al mar y no hay agua...! Y debido a
ello pasamos la vida pidiendo excusas o perdón a Dios o a las personas.
3 El más común de los complejos
es el que nos hace vivir pensando en el qué dirán.
A) Nos gustaría ir vestido o
peinado de cierta manera pero no lo hacemos por miedo al qué dirán.
B) Nos cae bien una persona y nos
gustaría relacionarnos con ella, pero al parecer tiene mala reputación y
tememos qué dirá la gente si nos juntamos con ella.
C) Quizás me enamore de una
persona cuya edad se diferencia con la mía en quince o más años, y me preocupa
qué pensará la gente de mí si mantengo una relación con esa persona: Si es más
joven, que si soy un viejo verde, un vicioso. Si es mayor, que si busco su
dinero, o que me mantenga, o que me deje la herencia...
5 Otro complejo es el temor a caer enfermo, la
hipocondría. Todos nos contagian, llevamos una mascarilla y usamos guantes;
tememos besar a las personas, no le estrechamos la mano siquiera. Siempre
estamos quejándonos de dolores y molestias...
Todos estos complejos o partes
del ego nos hacen infelices, y por lo tanto debemos controlarlos, y a ser
posible, eliminarlos.
¿CÓMO HACERLO?
Debemos meditar, reflexionar sobre
lo que nos pasa, y poner remedio.
Cuando estemos solos o en el
silencio de la noche cerramos los ojos y concentremos la atención en el latido
del corazón, o en sentir como sube y baja el vientre a medida que respiramos. Concentrarnos
en eso solo evitará que nos bombardeen los pensamientos, puesto que la mente siempre está activa y nos llegan
pensamientos de todas clases que logran distraernos de lo que queremos hacer:
descubrir nuestros egos y eliminarlos.
ANALICEMOS. Por ejemplo, el caso 3 B.
Qué nos atrae de esa persona, si
la atracción nos va a traer felicidad o no, si es buena, amable, por qué hablan
mal de ella (puede que tenga una familia que alimentar y se vea obligada a
hacer cosas que no haría en otras circunstancias), qué haríamos nosotros si estuviésemos
en su lugar...
VOLUNTAD:
Una vez analizada la situación, si aún deseamos relacionarnos con esa
persona, debemos hacerlo digan lo que digan los demás. Somos seres libres, cada
cual vive su vida no la de otros, y por tanto
si consideramos que esa persona
puede hacernos feliz debemos hacerlo. Apliquemos el dicho: "Ande yo
caliente, y ríase la gente"
COMPRENDER que todos somos humanos y como tales cometemos errores, que
las circunstancias de la vida son diferentes para cada persona, que todos
tenemos derecho a ser felices, a tener las necesidades básicas cubiertas, y que
son nuestros miedos o complejos los que nos impiden tener en cuenta esos
razonamientos nos ayudará a luchar contra nuestro ego y sus componentes.
¿PERO SE PUEDE LUCHAR CONTRA EL EGO?
SÍ, se puede.
Afortunadamente, todo lo que
existe tiene su parte contraria: La luz, oscuridad; el día, la noche; lo blanco, lo
negro; los defectos, las virtudes...
Anteriormente sostuve que los
egos son los demonios, los pecados capitales, los seres malvados que llevamos
dentro y que nos dominan y dirigen.
Sus contrarios serán las virtudes
que todos también, en mayor o menor medida, poseemos.
Pongámosla en práctica:
* Contrarrestemos
el ego de la soberbia, mostrando humildad.
* El de la avaricia, mostrando generosidad.
* Contra lujuria, castidad.
* Contra ira, paciencia.
* Contra gula, templanza.
* Contra envidia, caridad.
* Contra pereza, diligencia.
* El de la avaricia, mostrando generosidad.
* Contra lujuria, castidad.
* Contra ira, paciencia.
* Contra gula, templanza.
* Contra envidia, caridad.
* Contra pereza, diligencia.
(continuará)